viernes, 31 de octubre de 2014

El aprendizaje del dia de hoy, parece ser el perdon. Es importante perdonar a las personas que nos hacen daño.. no por ellas, por nosotros mismos.

Aprender sobre el desapego, a quereme a mi misma y respetarme a mi misma.

Antes de cuiddar de los demas necesito cuidar de mi.

No tengo el poder de controlar las cosas o a las personas, lo acepto y lo dejo ir.

Dejo ir una relacion que no funcionaba para mi, y comprendo cuales son las razones por las que no funcionaba para mi.

Dejo los miedos atras.






viernes, 27 de agosto de 2010

Salio el sol!!!!

Hace unos dias dos buenos amigos, de diferentes maneras, me dijeron, ponle cara al sentimiento, para que lo reconozcas. Asi que quiero compartirles a ustedes que han estado tan cerca de mi, que le puse cara.. Lo que estaba sintiendo es un monstruo gigantesco, con muchos brazos, que me aplastaba, y me apretaba el pecho, y al mismo tiempo me jalaba hacia abajo y me daba puñetazos en el estomago. No me dejaba moverme. Me sentia como un carro en una de esas maquinas que los hacen cubos de metal. No veia ni por donde zafarme.

Hoy, manejando a casa, me di cuenta que el sol ya salio!!! que el monstruo dejo de ser tan gigantesco e imponente, y que por fin me esta soltando y senti una libertad increible!!!! no podia dejar de cantar y sonreir, iba sola en el auto riendome a carcajadas, y sintiendome agradecida con dios y el universo por que al fin puedo sentirme feliz, por que puedo ver el hermoso atardecer y por que puedo salir de esto. Y me salieron lagrimas de felicidad, no les puedo explicar la sensacion que tengo... pero imaginense como se sentirian despues de estar dos meses encerrados en una carcel sin ver la luz del dia... asi me siento hoy!

GRACIAS!!!!!!! GRACIAS!!!!!!!!!!!!
Los amo!!!!!!

jueves, 26 de agosto de 2010

Perdon bien entendido

Tal vez para muchas personas no esté bien entendido de qué se trata el perdón. En realidad, perdonar no significa aceptar cualquier cosa que el otro haya hecho, como el maltrato, la violencia o la deshonestidad. No es humillarse, reprimir el enojo, hacer como si no pasara nada o perdonar porque sentimos lástima –”es un tonto, no tiene remedio”–. Tampoco es convertirnos en amigos de nuestro victimario, descuidar nuestra propia seguridad o llamarlo para comunicarle nuestro cambio de actitud. El sentido común indica, por ejemplo, que podemos perdonar a un marido excesivamente gastador, pero eso no significa que le entreguemos nuestro sueldo para que lo administre.

¿Qué es, entonces, perdonar?
Es tomar la decisión de ver más allá de los límites de la personalidad de otra persona, de sus miedos, idiosincrasias, neurosis y errores, la decisión de ver una esencia pura, no condicionada por historias personales, que tiene una capacidad limitada y siempre es digna de respeto y amor”, define Robin Casarjian, psicoterapeuta y autora del libro Perdonar (Ediciones Urano). El doctor Jampolsky lo explica en términos gráficos: “Es ver la luz de la lámpara y no la pantalla”.












Por su parte, el escritor Hugh Prather entiende que “el perdón no es un acto de rosado autoengaño, sino el tranquilo reconocimiento de que, bajo nuestros respectivos egos, todos somos exactamente iguales”.

Rencor, viejo rencor

La rabia, el odio, el rencor son emociones que desgastan enormemente la energía. Como muebles desvencijados e inútiles, ocupan un espacio valioso que necesitaríamos recuperar; en cambio, cuando se reciclan se transforman en agradables objetos que da gusto tener en casa. Uno de los mejores motivos para perdonar es liberarnos de los efectos nocivos de esas emociones.

Cuando se abandona el rencor, también se alivia la ansiedad y el estrés, que nos devoran y causan enfermedades. Para hacer esto es preciso hacer algunos cambios en el tipo de pensamiento.

¿Por qué a veces nos es tan difícil dejar de estar enojados? “Porque nos parece que obtenemos algo al aferrarnos a la rabia –dice Robin Casarjian–. Estos beneficios, llamados ganancias secundarias, suelen ser inconcientes y tienen mucho poder hasta que tomamos conciencia de ellos y descubrimos formas de reaccionar más sanas.”

Hay quienes aprendieron a estar enojados como forma de adquirir más poder y dominio, cuando en el fondo se encubren sentimientos de impotencia, desilusión, inseguridad, miedo. En tanto, algunas personas encuentran en el enojo el motor para el cambio, como algunos líderes políticos que transmiten un gran resentimiento. En realidad, el contacto con nuestra verdadera naturaleza nos impulsa a actuar con convicción, que es mucho más convocante que el rencor.

Otras ganancias secundarias podrían ser controlar a los demás –que se sienten culpables o asustados cuando otro se enoja–, evitar comunicarse en profundidad –por miedo a expresar lo que sentimos–, obtener cierta seguridad o protección –ya que los demás se mantienen alejados–, aferrarse a una relación con una persona –aunque haya una separación de por medio nos mantenemos ligados por el rencor–, culpar al otro de lo que nos pasa.

Una clave que destaca Casarjian para el trabajo con el perdón es ser amable con uno mismo.”Es importantísimo tomar nota de nuestros pensamientos y reacciones sin juzgarlos. Si aparecen el temor, la autocrítica o las dudas, sea amable con usted. Estos sentimientos son una parte natural del proceso de curación. En realidad, ser amable con uno mismo es un gran acto de perdón. Lo crea o no, en todo momento, usted hizo lo que podía hacer dado el grado de amor o temor que sentía.”

Algunas veces la fuente del resentimiento puede estar profundamente instalada en nuestro interior, escondida hasta de nosotros mismos. Una forma de indagar en la raíz del enojo es anotar los sentimientos en un diario. Hágalo con la idea de ser específico, busque hilar más fino que decir si se siente bien o mal. Esto lo ayudará a “enfocar” su resentimiento y estará en mejores condiciones para perdonar.

Es interesante considerar las manifestaciones de rabia, irritabilidad o agresividad propias o ajenas como un grito que pide reconocimiento, respeto, ayuda y amor. Esto puede modificar el punto de vista que tradicionalmente hemos utilizado para percibir la rabia y reaccionar.

Si a usted le parecen interesantes las ideas que se expusieron hasta aquí, tenga en cuenta los puntos que siguen:

  • Es mejor elegir estar en paz que tener razón. Aferrarnos al enojo o creer que los demás siempre están equivocados no nos permite tener paz mental. El primer paso es la disposición a perdonar. Cuando reconocemos que guardar pensamientos de venganza es algo que nos hace sufrir, nos resulta más fácil tener deseos de perdonar y de olvidar el rencor pasado.
  • Sepamos que aunque perdonemos, la otra persona no necesariamente cambiará. Sólo se trata de modificar nuestros pensamientos y actitudes.
  • Perdonar no significa que se tenga que coincidir con la conducta del otro.
  • El perdón eleva la autoestima y disminuye la ansiedad y la depresión.
  • Pensar en el presente es bueno para curar las heridas emocionales. Cuando a los cuatro años un amigo nos quita nuestros juguetes juramos que lo odiaremos para siempre y que nunca más jugaremos con el; esta promesa se cumple durante diez minutos. Si usted está enojado por algo que ocurrió en el pasado, pregúntese para qué le sirve el enojo hoy en día. Si no esta mejorando su vida, no se detenga en la colera.
  • Al sufrir un delito, un problema sentimental o alguna otra situación en la que uno se siente impotente, es común que se instale el resentimiento. En estas instancias muchas veces se necesita perdonarse a sí mismo, porque uno tiende a culparse por lo que se podía haber hecho y no se hizo.
  • Cuando descubra que está enojado con algo o alguien piense ¿a quién o qué necesito perdonar? Lo aliviará quitar un velo a la rabia.
  • Tal vez, el acto de perdonar no se trate en realidad sólo de un hecho altruista orientado hacia los demás, sino que beneficia física y emocionalmente al que perdona, porque elimina los sentimientos negativos que pueden perjudicar. Tiene un efecto boomerang que fortalece el bienestar de ambas personas.
  • Perdonar requiere práctica. Hay que tomar la decisión, tener el deseo, asumir el compromiso, repetirlo muchas veces para dominarlo e incorporarlo como natural. Es más fácil comenzar a “ejercitarse” con personas no tan allegadas como los padres, por ejemplo, sino en situaciones menos comprometidas.
  • Busque ayuda profesional si siente la necesita, ya sea en forma individual o grupal.

Ejercicios saludables:

En su libro Perdonar, Casarjian propone ejercicios interesantes para trabajar el perdón:

  1. Recuerde un momento en el que se haya enojado. ¿Cómo se sintió? Cierre los ojos, respire hondo, relájese e introdúzcase en sus sentimientos. ¿Qué puede ver bajo su rabia? ¿Miedo? ¿Tristeza? ¿Inseguridad? ¿Desamparo? ¿Impotencia? ¿Desilusión? ¿Se siente herido o abandonado? Mire más profundamente, ¿qué hay bajo ese miedo, desilusión o tristeza? ¿Un pedido de atención? ¿Necesidad de respeto o de amor?

  2. Recuerde a alguna persona con quien tenga dificultades para relacionarse. Piense en algo que desea recibir de ella: ¿amor?, ¿afecto?, ¿aprobación?, ¿consideración? Imagínese que está con esa persona, relájese, respire hondo, exhale… Dígale lo que desea: “…(el nombre), lo que necesito de ti es….y….(haga una lista hasta sentir que agota todas las posibilidades)”. Luego agregue: “…, ya no te hago responsable de darme…(todo lo que haya puesto antes)”
Link para bajar el libro Perdonar, de Robin Casarjian.
Texto obtenido de El arte de perdonar

miércoles, 25 de agosto de 2010

AMATE A TI MISMO


Nuestra vida realmente funciona cuando aprendemos amarnos incondicionalmente a nosotros mismos. Todo empieza a cambiar y a mejorar: nuestras relaciones, nuestra salud, prosperamos, nos vemos más hermosos, perdemos el peso que teníamos demás, cuando empezamos a aceptarnos, dejamos de criticarnos y empezamos a amarnos tal cual somos

Pero al hablar de amor hacia nosotros, no quiero decir que seamos vanidosos, al contrario la vanidad es más bien miedo, y por eso necesitamos de lo externo para sentirnos un poquito más seguros. Cuando nos amamos de verdad confiamos en la vida, nos sentimos merecedores de todo lo bueno y la vida responde a nuestros sentimientos.
El amor hacia nosotros mismos es tan esencial que debía haber sido una de las primeras cosas que hayamos aprendido en la vida. Cuando éramos bebes nos amábamos tal cual éramos, no nos criticábamos de nada, no pensábamos si estábamos gordos, o si éramos lo suficientemente adecuados para algo, nos aceptábamos totalmente. Pero a la medida que íbamos aprendiendo de la vida, tal cual nuestros padres nos la enseñaban aprendimos falsamente que no éramos adecuados, o lo suficientemente buenos y empezamos a criticarnos. Pero era lógico, si nuestros padres no se amaban, como íbamos nosotros a aprender hacerlo, es entonces cuando aprendimos a no aceptarnos, a reprocharnos, a criticarnos y pensar que no éramos adecuados.
Al amarnos incondicionalmente y de verdad, escalamos en nuestra escala vibracional, nos sentimos bien y atraemos a nuestras vidas experiencias mucho más gratificantes que si no lo hiciéramos. Al amarnos nos permitimos tener buenas relaciones, prosperar y gozar de buena salud, puesto que la autoestima es la base donde se apoyan las relaciones gratificantes, el éxito profesional, la prosperidad y la salud.
Pero podemos aprender hacerlo ahora mismo, desde donde estamos en este momento: aquí tienen 7 acciones a seguir ahora mismo:
  1. Deja de criticarte, la critica nunca cambia nada, solo acentúa los rasgos negativos que aparentemente no aceptamos.
  2. Acéptate en este momento exactamente tal cual eres, los cambios que quieres realizar en tu vida y en ti solo son posible cuando te aceptas y dejas de poner energía en lo que no te gusta de ti mismo.
  3. Deja de atormentarte con pensamientos negativos, el amor a ti mismo implica tener una mente sana, esperar lo mejor de cada situación, solo así tu vida mejora.
  4. Se amable y paciente contigo mism@. Se delicado y amable contigo mismo. Ten paciencia mientras aprendes nuevas formas de pensar y cambias viejos hábitos de conducta. Trátate como si fueras alguien a quien realmente quieres.
  5. Elógiate. La crítica daña el espíritu y la energía interna. El elogio y la valoración lo construyen. Elógiate todo lo que puedas. Reconoce lo que estás haciendo bien en cada pequeña cosa.
  6. Cuida tu cuerpo. Aprende sobre nutrición. ¿qué clase de alimentos necesita tu cuerpo para tener el máximo de energía y vitalidad? Aprende sobre ejercicio. ¿qué clase de ejercicio puedes disfrutar? Ofrécete tiempo para descansar, aprende a relajarte física y mentalmente. Ama el templo en el que vives.
  7. Amate, hazlo ahora. No esperes a que te vaya mejor en las cosas, te encuentres bien, tengas pareja, bajes de peso, encuentres trabajo. Empieza ahora y hazlo lo mejor que puedas. En realidad todo eso vendrá a tu vida cuando empieces a amarte.

domingo, 22 de agosto de 2010

Como podemos pedir lo que no damos?

RESPETO:

Si yo no me respeto, como espero que los demas me respeten? si yo no respeto a los demas tampoco puedo esperar que me respeten a mi. Si yo no respeto mis palabras, como espero que el respete sus palabras?

Me respeto a mi misma, no dejo que nadie me lastime, que nadie me haga daño, no permito que nadie pase por encima de mi, que nadie me pisotee, no permito que sus palabras me hieran, NO ME LO TOMO PERSONAL! No soy basurero de nadie!!!!! Soy fiel a mis decisiones!!!

Me respeto a mi misma por que se lo que valgo, y nadie tiene el derecho de hacerme sentir menos, yo se lo que soy, SOY UNA MUJER HERMOSA, AMOROSA, PODEROSA Y LIBRE!!!!! Me amo a mi misma!!! Tengo el poder de lograr lo que yo quiera, tengo el poder de ser una mejor persona, tengo el poder de cuidar de mi, de hacer valer mis derechos, tengo el poder para salir adelante, para buscar mi felicidad, y soy libre!!!! libre de pensamientos negativos, libre para elegir una mejor vida, tengo la libertad de liberarme de ataduras que no me benefician!!! soy libre!!! por lo tanto puedo elegir!!!!! Respeto mis convicciones, respeto mi cuerpo, respeto mi espiritu!

Elijo vivir mejor, elijo ser feliz, elijo no sufrir mas, elijo que mi vida sea plena, alegre, amorosa, honesta, y respetuosa!!!!

HONESTIDAD:

Me molesta que no sea honesto conmigo, acaso yo he sido honesta conmigo? acaso yo soy honesta con mis sentimientos reales? acaso yo soy honesta con lo que realmente quiero? Acaso yo he sido honesta al 100 %???

Hoy, yo soy honesta conmigo misma, hoy empiezo la busqueda de lo que de verdad quiero, sin engañarme a mi misma,

Yo valgo mucho, y merezco que se me trate asi, por que lo valgo, por que lo merezco, por que no merezco menos. Yo merezco una persona que me trate bien, que me escuche, que me apoye, que se interese por mis sentimientos, que me respete y me valore, que me quiera, que no me lastime, merezco una pareja que me cuide, que sea honesta conmigo, que no use drogas, que se ame a si mismo, que quiera construir conmigo.

sábado, 21 de agosto de 2010

Pensamiento poderoso para hoy.

Mis pensamientos son creativos. Yo digo “adiós” a todos los pensamientos negativos que me vienen a la mente. Ninguna persona, lugar o cosa tiene poder sobre mí, porque yo soy el único pensador en mi mente. Puedo crear mi propia realidad y todo el mundo en el.

Quien soy?

YO SOY UNA MUJER PODEROSA, AMOROSA Y LIBRE!!!!!!!!!!

viernes, 20 de agosto de 2010

Responsablidad

YO SOY LA UNICA RESPONSABLE DE MI VIDA Y MI FELICIDAD. Que quiero? como quiero seguir viviendo mi vida?

Entiendelo: !Se termino!

Después de una ruptura, quedarte esperando a que él vuelva puede anular tu vida. Te contamos qué hacer para aceptar el final de la relación (y superarlo).

Johana y David cortaron hace ocho semanas, pero sus amigos no notan la diferencia. “El mundo de ella todavía gira en torno a él. Se la pasa pensando qué pudo haber funcionado mal, recordando lo divino que era y, principalmente, insistiendo en que no puede vivir sin David. No registra que él ya está con otra. Y no sé qué hacer para que entre en razón”, cuenta Naty, una amiga de ella. Hay un millón de chicas como Johana. Son las mujeres que interpretan cada mensaje de texto de un ex, aunque sea un escueto “¿cómo estás?”, como una señal de que él quiere volver a su lado. Son las que, seis meses después de la separación, todavía guardan una de las camisas de él debajo de la almohada. Obvio: como buena amiga que eres, tratas de solidarizarte con su dolor, aunque quieres rescatarla de esa situación cuanto antes. Pero ¿qué pasa si eres tu la que no puede asumir el final de una relación? Sigue leyendo y aprende cómo lograr un happy end... aunque él no vuelva.

Por qué te quedas enganchada

Uno de los principales motivos por los que alguien se queda atado a una relación pasada es que “hay personas con muy poca capacidad de dar algo por perdido. Viven un ‘no’ a la relación como si se les estuviera diciendo ‘todo lo tuyo no sirve, no gusta y no gustará a nadie más en la vida’. Y no es así”, afirma la psicoanalista Iris Pugliese, co-directora del Centro Psicoanalítico Argentino. “Cuando uno acepta el final, el paso siguiente es hacer el duelo por aquello que se perdió”, agrega la especialista.

La búsqueda del perfeccionismo también es responsable de que no se pueda dar una relación por concluida. A menudo, se piensa: “No fui lo suficientemente buena. Pero si él me diera más tiempo podría mostrarle mi mejor parte y así aprendería a amarme”. Los perfeccionistas ven el hecho de dejar ir al otro como una señal de fracaso personal en lugar de tomárselo como lo que es: una relación que no está funcionando porque una de las partes descubrió que ya no se llevan tan bien como antes.

El factor miedo

Depender de las relaciones de pareja, las emociones o los trabajos generalmente tiene su raíz en cuestiones de inseguridad y de miedo al cambio. “Hay gente que, ante una modificación drástica de su rutina, se inquieta por demás. Frente a la posibilidad de encontrarse con la incertidumbre y no saber cómo va a seguir todo, prefiere aferrarse a una teoría. Son personas que dicen: ‘La relación tiene que funcionar’ o ‘Esta es la pareja que yo quiero’. Cualquier certeza vale, por más equivocada que esté, antes de correr el riesgo de estar abierto a construir una nueva relación con otra persona”, explica la psicoanalista Lidia Pensa.

Los dependientes también pueden ser reacios a resignar la comodidad que suponía una relación pasada, más allá de la compatibilidad emocional. Como Johana le dijo una vez a Naty: “No solo perdí a David, perdí a mi amigo, a mi amante, al hombre con elque iba al cine, a todo mi sistema de soporte”. Suena terrible, ¿no? Sin embargo, este convencimiento quizá no permita ver una verdad fundamental. “La gente no se va de relaciones amorosas y saludables. Solo se rompen las que no están funcionando en algún nivel, aun cuando una de las partes no lo reconozca de inmediato”, dice Greg Behrendt, coautor del libro ¡Si está roto no lo arregles! (de Editorial Vergara).

¿Cómo pudo pasar?

Para no quedar atada al pasado, empieza por revisar tus creencias acerca de las citas y las relaciones. Uno de los factores que generan confusión es que, en la actualidad, pasamos rápidamente de una relación a otra. Quizá conocemos a alguien un viernes, y luego de un par de encuentros ya nos sentimos totalmente involucradas con el otro. Entonces, la ruptura es vista con malos ojos, porque se tiende a pensar: “Compartí mi cuerpo y mi historia de vida con él. ¿Cómo puede hacerme esto?”. La licenciada Lidia Pensa advierte: “La intimidad no solo tiene que ver con la cercanía física, sino también con el compromiso. Por eso, no se puede plantear algo como ‘como tuvimos sexo, ahora sos mío’. Eso es una trampa”. Construir una relación es un proceso que generalmente demanda más que un par de encuentros. “Las primeras citas solo se tratan de mirar a alguien y descubrir si el otro tiene cosas que te gusten”, sintetiza Behrendt. Tenelo en cuenta.

En lugar de hacerle reclamos al otro (a su fantasma, en realidad) o al destino, mira objetivamente la situación y deja a un lado tus sentimientos. Trata de ver si lo que vivieron fue una relación comprometida o, simplemente, un intento que no llegó a buen puerto. Conocer la realidad te ayuda a saber cómo debés actuar.

Lo que no tienes que perder de vista

Muchas mujeres cambian para adaptarse a los deseos de su pareja, y cuando el otro se va se sienten solas: no se tienen ni a sí mismas. “No es una buena estrategia mimetizarte con aquello que supones que el otro espera de ti”, sintetiza Iris Pugliese. Y agrega: “Finalmente vas a descubrir que él no te eligió a vos, sino al personaje que inventaste para ser afín a él”. Llegado este punto, para no sentir (como Johana) que perdiste mucho más que un novio, empieza a considerar que tal vez sea el momento de recuperar tus gustos y tus intereses. Los verdaderos, claro.

Cómo recuperarte

1. Busca un momento tranquilo y preguntate por qué no puedes dejarlo ir. ¿Qué estás tratando de evitar, realmente? ¿Temes quedarte sola y no ingeniártelas para pasarla bien? ¿Te avergüenza que los demás piensen que no puedes retener a un hombre y hacer que una relación funcione? Después, ve un poco más a fondo y preguntate: “¿Qué es lo peor que podría pasar si acepto el final?”, “¿Cómo me sentiría?”, “¿Eso sería peor que como me siento ahora?”.

2. Examina tus sentimientos. ¿Te sientes herida, asustada o enojada? Si no vas hasta el fondo de estos sentimientos, es difícil que puedas cambiarlos. Cuando aceptes que tu relación se terminó y que debés seguir con tu vida, lo que hoy sientes se aliviará con la distancia y el tiempo. El abogado Bill Ferguson, especialista en divorcios y autor del libro How to Divorce as Friends (Cómo divorciarse como amigos), asegura: “Cuando te permites experimentar el dolor de perder a alguien, ese sentimiento disminuye y también se alivia tu necesidad de quedarte atada al pasado”. Y agrega: “Una vez que lo dejás ir, internamente te vuelves libre. Recuperás tu sentido de estar viva y tu paz mental”.

3. Preguntate qué es lo que aun buscas en este hombre. ¿Una disculpa? ¿Una explicación? ¿Una señal de que él también está herido, al menos, un poco? Incluso si él te diera todo esto y hasta tuvieran un encuentro en la cama, entiende que él simplemente está tratando de dejarte de la mejor forma posible. Si vuelve intermitentemente puede ser porque siente nostalgia por lo que alguna vez tuvieron juntos, porque le hace sentir mejor y menos culpable o, simplemente, porque solo quiere sexo. En cualquier caso, esta situación no te va a reconfortar en el largo plazo. “Las historias amorosas crean el espejismo de que somos uno solo. Por eso, cuando el otro se descuelga con que quiere cortar, lo que pasa a un primer plano es que él no era una extensión de uno: toma decisiones de otro modo y con otros tiempos. Lo que más angustia es que se pone en primer plano algo que el amor disimula: el otro es otro”, asegura Lidia Pensa. Algo importantísimo: evitá los reproches. Por difícil que sea de entender, siempre hay un grado de responsabilidad en las dos partes cuando una relación se corta, y señalar solo la suya lo alejará aun más. Además, no digas cosas como “qué vamos a hacer con los gatos/ nuestros padres/nuestras declaraciones de amor”. Esto puede leerse como un chantaje emocional.

4. Analiza la situación. Si revisas el pasado, deberías encontrar allí algunas señales de lo que sucedió después (la separación). “Tomar nota mental de ellas podría ayudarte a reconocerlas en las futuras parejas que armes, y a tratar de cambiarlas si están relacionadas con tu comportamiento... o bien huir cuanto antes si se centran en el suyo”, afirma la periodista Sherry Amatenstein, autora del libro Love Lessons from Bad Breakups (Lecciones de amor nacidas de las malas rupturas).

5. Busca a tus amigos. Compartir tu historia puede ayudarte a salir del círculo mental en el que estás metida, además de hacerte recuperar tu sentido del humor y tu confianza (vas a ver que a muchas amigas les pasó lo mismo y sobrevivieron, ¿okay?). Ya lo sabemos: no puedes acelerar la llegada de tu bienestar, pero si tus amigas te dicen que te estás obsesionando con algo que no tiene ni retorno ni solución, quizá debas prestar atención a sus consejos.

6. Encuentra una resolución a través de un ritual sanador. Dile mentalmente a tu (ahora ex) novio: “Lamento el dolor que nos causamos”. Si lográs ver el dolor en la otra persona y no te la pasás haciendo foco en vos misma, te vas a sentir mejor más rápido y vas a poder avanzar. “Las rupturas sentimentales siempre dejan marcas en ambas partes. No hay que olvidar nunca que el otro también perdió al perderte. No es que él se olvidó de ti y salió ileso”

7. Descargate de una forma controlada. En vez de llenarles la cabeza con tu verborragia a quienes te rodean, comprate un diario y escribe en él durante 20 minutos cada día. Piensa en los buenos momentos y escribí sobre ellos, al igual que sobre los malos. Necesitás hacer un duelo por tu pasado, para que finalmente pueda irse a donde le corresponde estar: en la memoria y no en el presente.

8. Lo más importante de todo. Cuidate, alimentate bien (ni de menos ni de más), entrena y preocupate por verte linda. Esto va a ayudar a que reconstruyas tu confianza en ti misma. Además, vuelve más fácil la separación y la búsqueda de un nuevo amor.

http://www.cosmoonline.com.ar/

jueves, 19 de agosto de 2010

Pensamiento poderoso para hoy.

Aprendo a perdonar, perdonándome primero a mí mismo, por las incontables veces de haber buscado el amor, la aprobación y la valoración fuera de mí. Comprendo ahora que el amor que necesita está en mi interior. Aprendo a amarme


miércoles, 18 de agosto de 2010

Te amo... pero soy feliz sin ti!


“Nuestros miedos no detienen a la muerte, sino al amor y a la vida. El miedo con todo su poder, no puede vencer ni detener a la muerte, pero sí puede detener al flujo de la vida que nos conduce a la paz interior” Jaramillo, Jaime (2007): Te amo… pero soy feliz sin ti.
Jaime Jaramillo, en su libro Te amo… pero soy feliz sin ti propone una serie de herramientas sencillas y eficientes que han sido probadas por personas de diferentes culturas, edades, religiones, etc. y que ayudan a recuperar la consciencia y a evitar sus dos grandes enemigos, los apegos y el miedo. Una idea fundamental es que la solución a estos dos últimos no está en el exterior, no depende de nada ni nadie, sino que está en el interior de cada uno. “Recuerda siempre que donde pones tu mente, allí estará tu corazón” (p.14).
El apego implica que dependemos psicológica o emocionalmente de otras personas o de ciertas cosas. Supone que depositamos en ellas nuestra felicidad y empezamos a vivir condicionados. La felicidad pasa a estar en el exterior, en manos de otras personas. “El apego se nutre del miedo y estos miedos son el origen de todo el sufrimiento humano; debido a estos miedos, desarrollamos un sistema de autodefensa o negación persistente que nos lleva al autoengaño” (p.21).

Existen tres tipos de apegos que pueden tener diferentes manifestaciones e intensidad a lo largo de nuestra vida. El apego afectivo, que se puede confundir con el amor y se muestra con mayor intensidad en las relaciones de parejas o ante la muerte de un ser querido, implica que convertimos a la otra persona en la razón de nuestro ser. El apego material supone centrar la felicidad en el tener, poseer y ostentar; lo que lleva a creer que valemos más por lo que tenemos que por lo que somos. El apego ideológico, las creencias falsas y los fanatismos extremos, están en la base de los peores pasajes de la historia y es el origen de guerras y rivalidades. “La solución está en tus manos. No importa cuál sea tu situación; realmente, la solución es la misma para todos, y cada uno tendrá que recorrer su propio camino” (p.38). Se trata de despertar, de elegir y decidir salir del estado de inconsciencia en el que te encuentras.
El camino del despertar es espiritual y se soporta en la visualización creativa, la meditación y el servicio a los demás. “La verdadera espiritualidad consiste en que nada, ni nadie, ni ningún suceso o acontecimiento nos pueda perturbar. Y, si por alguna razón, en algún momento algo nos perturbara, la espiritualidad nos da el poder de elegir conscientemente y dejar de lado aquello que nos causa sufrimiento”. Para lograr la paz interior debemos armonizar nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu. Y para ello debemos abrir nuestra mente y nuestro corazón y desarrollar la capacidad de escucha. Es importante que observemos nuestras relaciones con el mundo y con los demás; que identifiquemos las emociones y pensamientos que manejan nuestra vida; que reconozcamos las creencias que nos hacen daño y causan apego; que analicemos nuestro miedos; que identifiquemos y trascendamos el dolor, que es un indicador de que hay que cambiar.
La visualización creativa nos ayuda a acabar con nuestras barreras internas, miedos y dudas y atraer aquello que deseamos, pero no para controlar el comportamiento de los demás o hacerles que vayan en contra de su voluntad. Su poder radica en que el cerebro no distingue entre un acontecimiento real y uno imaginado; y por ello, si creamos una realidad interior el cerebro crea, automáticamente, la pauta que nos lleva a los resultados.
La meditación es la llave para acceder a tu interior y está al alcance de cualquiera; “es volver a lo básico, a tu hogar, a tu templo sagrado, en el que sólo el amor y la paz reinan. (…) lograr ese estado de consciencia es más que una experiencia; eres tú, es tu propio ser en toda su plenitud” (p.175).
El servicio a los demás, un servicio generoso y desinteresado, realizado sin esperar nada a cambio potenciará todo tu trabajo interior y dará sentido a tu vida. Es la herramienta más silenciosa pero mas poderosa en el camino de la liberación interior.
“Cuando realmente estás disfrutando del estado de consciencia pura que es el amor, el apego desaparece, por eso deja de hacer reclamos, expectativas y exigencias” (p.87)
¿Te animas a abrir las alas a una nueva dimensión liberadora?

Serenidad

Aceptar la perdida.

Existen dos opciones para aceptar la perdida de un ser querido:
  • Si te vuelves rebelde, terco, orgulloso y no aceptas la voluntad de Dios, tomando la decisión de vivir el resto de tu vida aferrado a esa persona que perdiste, entonces, sufrirás. Podrás llegar a vivir en duelo el resto de tu vida, lamentándote y desgastándote emocionalmente en una lucha interminable por no aceptar esa realidad.

  • O por el contrario, si tomas consciencia y comprendes que, quieras o no, tu ser que tanto querías ya no esta mas contigo, aceptando con humildad y resignación que tu no tienes el poder para manejar, manipular los acontecimientos externos que están por fuera de ti, no sufrirás. Entenderás que finalmente todo pasa y todo fluye.

Te amo... Pero soy feliz sin ti


“El amor verdadero esta basado en la confianza, en el respeto a la libertad y autonomía del otro; no manipula ni controla, simplemente aporta e inspira a compartir nuestra vida con el ser que amamos"

Te amo… pero soy feliz sin ti.
- Jaime Jaramillo -

¿Porqué Duele una Ruptura Sentimental?

El fin de alguna relación siempre crea una situación incómoda y en muchos casos dolorosas. La causa de esa incomodidad o dolor está principalmente ligada al apego que tenemos hacia eso que se pierde o termina. Algunas situaciones podrían evitarse para que no causen dolor, solo que la mayoría de las personas no hace lo necesario para evitarlo porque de cierta forma disfrutan el drama, sentirse víctimas o sentir dolor en sus vidas para sentir que estan vivos o tener algo de lo que hablar con los demás para ganar atención, algunos alardean de sus desdichas para ganar compasión de los que les rodean.

Este comportamiento naturalmente es una influencia muy negativa para su desarrollo como persona, ya que se está enfocando en niveles muy bajos de energía y cuando uno se encuentra allí entonces la energía es muy débil y dispersa y es imposible enfocarla en una dirección más positiva o en por ejemplo poder ver las cosas de una forma más optimista.

Muchas personas se derrumban cuando termina una relación amorosa o una amistad. Este fenómeno ocurre cuando se le otorga mucho valor e importancia a la opinión de los otros y uno se va adaptando a pensar y actuar como creemos los otros esperan que pensemos o actuemos. Para sentirnos aceptados por ellos, dejamos de oirnos a nosotros mismos, perdemos nuestra identidad y empezamos a hablar acerca de lo que le interesa o hace la otra persona (esposo, esposa, amigo, amiga, novio, novia, hijo, hija, etc) en pocas palabras se adopta la identidad de la otra persona y se empieza a vivir la vida de esa otra persona.

Se produce una desconexión total con nuestro ser superior, nuestros sueños se olvidan, perdemos el rumbo de nuestra vida y no nos damos cuenta, no sabemos que es lo mejor para nosotros mismo por nosotros mismos y dependemos de la opinión de otro para poder decidir en nuestra propia vida, se está buscando siempre una aprobación por parte del otro, cuando en realidad esas decisiones nos competen sólo a nosotros.

Hasta que esa persona y su opinión nos beneficien o nos parezca que nos sigue aprobando nuestro mundo creado sobre bases falsas, seguirá ”estable”.

La catástrofe llega cuando éste “ídolo” decide que no somos lo que realmente desea y nos abandona o peor aún nos es infiel, o simplemente decide empezar de nuevo y buscar otra persona, las bases falsas se derrumban y ya no hay apariencia que valga para retener la atención de esa persona, perdemos entonces ese bastón de apoyo a nuestra baja autoestima y nos encontramos de nuevo con ese vacio interior que nos hace comportar como víctimas de los demás.

Aunque sin saberlo, toda esa situación la hemos creado nosotros mismos y también pudimos haber evitado que llegará a tal punto de deterioro que nos cause el dolor de la pérdida, pero inconscientemente decidimos sufrir y no hacer nada para remediarlo a tiempo, luego vienen las lamentaciones y nuestro ego se siente engrandecido y regocijado al poder sentir que uno gana atención contando la historia de dolor, agregando la culpa al otro y siendo una víctima.

El dolor que nos causa el sentirnos abandonados nos deja como tarea el recobrar la autoestima, la conexión con nosotros mismos y por supuesto el aprender a tratarnos a nosotros mismos como deseamos que los demás nos traten.

Las ruptura suele ser una válvula que nos hace caer en cuenta lo mal que nos hemos estado tratando a nosotros mismos y es un claro reflejo de que mientras no nos amemos y aceptemos como somos por más que lo intentemos los demás tampoco lo podrán hacer por mucho tiempo.

Para darte una idea observa otro escenario de la misma situación pero en donde la persona posee una autoestima saludable, mantiene su propia identidad y lo que ha hecho es amoldarla a la de su pareja sin dejar de prestar atención a sus propias necesidades y deseos como persona, sabe quien es y no necesita aprobación excesiva por parte de otros para sentirse cómoda, su conexión interior está allí, esta persona puede afrontar la situación de una forma más positiva y optimista, buscará reconocer cuales han sido sus errores y los errores de ambos para que la relación se deteriorara o terminará o incluso podrá ser objetivo al momento de comprender el porque de una infidelidad, aceptará lo que ha sucedido y se preocupará por mejorar esas fallas, se tomará su tiempo para reflexionar, le dolerá y llorará la pérdida, pero no se quedará sumergido en esa etapa, entenderá que si algo no funciona entonces es mejor terminarlo, se dará un tiempo para empezar de nuevo.